Eduardo Stupía

CAPRICHOS en el PAISAJE
& NOCTURNOS

4 de noviembre al 30 de diciembre de 2021

La exposición consta de una serie de obras recientes del artista, de 80 x 190 cm, a partir de acuarelas realizadas en un pequeño cuaderno de dibujo. También exhibiremos una selección de obras sobre papel pertenecientes a la serie NOCTURNOS.

                                                Una muestra dedicada a la memoria de Carlos Brück, quien con toda intención me regaló el cuaderno.

“Las reducidas dimensiones de un cuaderno de dibujo, con hojas de 8 cm de alto por 19 de largo, resultaron ser el inesperado estímulo para ensayar, en la armònica escasez de ese formato de panorámica “bonsai”, una acelerada, casi irreflexiva combinación de pinceladas, líneas, manchas y húmedos deslizamientos. Esta vez, la única consigna, o certeza, sería que la reaparición del paisaje iba a abandonarse a la caprichosa inclemencia del arbitrio, de la contradicción y la discordancia, apenas entre la supremacía de los cielos y la remisión expectante de las tierras, sin perspectivas, ni demasiadas ficciones geográficas o alusiones bucólicas.

Los resultados fueron sorprendentes y también previsibles, en sus virtudes y en sus fracasos, pero lo suficientemente acuciantes como para seguir el impulso todavía intacto de la improvisación inicial, y proyectar aquellos 8 x 19 centímetros en soportes proporcionales de 80 x 190, con la consecuente imposición de enfrentar el amable acorralamiento del cambio de escala.

La mano y los dedos que avanzaban dejándose llevar con minúsculo recato por las energéticas evoluciones de un pincel de mediano grosor, describiendo imprevistas postales de brumas, espesuras y mareas, tenían que adquirir ahora la adultez del trazo mayúsculo. Fue entonces el momento de la acción expansiva, tanto en lo temporal como en lo perimetral; del gesto que reconcilia ,en el arranque del primer instante,la avidez incontinente de fluidos y pigmentos con la especulativa sincronización, también urgente, de inconstantes materias que, en íntimo conflicto, se esfuerzan por impregnar de luz espacial y de noctámbula densidad las nuevas superficies métricas.

Es en esa zona mixta de transiciones y contrapuntos en su versión más desordenada, de fisonomías genéricas que parecen recelar de su evidente pertenencia, donde pretende hacerse oir la afonía programática de estos “caprichos”, más cerca del desvarío crepuscular que de la fidelidad a un punto de vista.”

Eduardo Stupía